Realza el valor de los rituales que nos ayudan a perdonar, a soltar, a despedirnos de personas y ciclos, a vivir. En este caso, hasta la sombría rigidez de la muerte se ve suavizada y embellecida cuando se trata con respeto, ternura e intimidad. La atención a cada detalle y la reverencia a la imagen del que vivió, parece simbolizar aquí la memoria que guardamos de nuestros seres queridos.
Fragmentos del guión:
- Los inviernos no eran tan fríos cuando yo era un niño.
-Por fin había logrado entrar en una orquesta pero la alegría me duró poco. Este violonchelo no tenía la culpa de haber sido adquirido por un fracasado como yo. Me venía grande y no solo desde un punto de vista físico. “Cualquier ciudad del mundo puede ser nuestro hogar. Vivamos en unidad y armonía nuestra gira musical.” Aquellas fueron mis palabras cuando le propuse que nos casáramos. Pero la realidad es muy canalla. Me tenía que haber dado cuenta mucho antes de mi falta de talento.
-El pulpo está vivo.
- Que no te vuelvan a pescar. .. (Lo tira al mar y el pulpo no se mueve, la cara de desesperanza) Creo que voy a dejar el violonchelo. Volveré a mi pueblo.
-Tenía la sensación de estar asistiendo al cambio más radical de mi vida. Pero, por la razón que fuese me sentí aliviado al desprenderme del violonchelo. Es como si de repente me hubieran indultado tras haber sido condenado a la horca. Lo que había pensado que era mi sueño, tal vez no lo era realmente.
Bien remunerado. Una profesión que ayuda a los demás a viajar. ¿Será una agencia de viajes?
-Resulta realmente ingrato atraer gente a este oficio.
-¿A qué se dedica esta empresa?
- No me diga que ha venido sin saberlo.
-No es ayudar a viajar, es ayudar a partir. Este error debe ser algo del destino, le sugiero que lo intente.
Primero se procede a la limpieza con algodón que simboliza el abandono de todas las fatigas, dolores y sinsabores de este mundo, así como el primer baño tras un nuevo nacimiento. El ritual del vestuario se lleva a cabo para que el difunto conserve su dignidad. Hay que asegurarse de que la piel del difunto quede fuera del campo visual de sus familiares para lo cual debemos operar con suma delicadeza.
-¿Será que estoy siendo sometido a alguna prueba? ¿Será este mi castigo por no haber podido decir el último adiós a mi madre? ¿Qué me va a pasar? Me dieron ganas de tocar el violonchelo mientras me acordaba del pasado.
(Viendo a los salmones) -Es triste: tanto remontar para luego morir. ¿Por qué esforzarse tanto si de todos modos vas a morir?
-Bueno, seguro que en en realidad lo que ellos querían es volver al mar, a su hogar.
-Te recuerdo que esto es lo que te da de comer.
-Sí y también me quita el hambre