martes, 27 de febrero de 2007

"Hombre mirando al Sudeste"

A Manuel R.

“Hombre mirando al Sudeste” es una película hermosa y original, provocadora e incisiva, que nos hace reflexionar sobre los valores en que se basan nuestros juicios hacia aquellos que son diferentes. La indiferencia de la que es capaz el ser humano hacia el sufrimiento más básico del mundo, intenta evitar a toda costa enfrentar el propio dolor y el ajeno. Como consecuencia a esa evasión, también perdemos la alegría, ese inocente entusiasmo y curiosidad hacia la vida y el prójimo que nos regala la autenticidad y el enfrentar nuestras verdades más oscuras...

Ramtés con rostro impenetrable sostiene que no puede sentir, pero el contraste entre su nivel de conciencia y compasión hacia los demás comparada a la mente cerrada de algunos psiquiatras es tan grande que nos hace replantearnos los límites de la cordura o de la locura: Si Ramtés realmente es un loco, entonces las grandes virtudes de la humanidad como el amor, la compasión, y la justicia podrían ser vistos como valores irracionales.

Es un llamado de conciencia al que no quiere perder tiempo ni tiene tolerancia para realmente escuchar y ponerse en el lugar del otro, sobre todo cuando ese otro no se corresponde con las expectativas básicas que imponen las sociedades: “los que no pudieron vivir en medio del espanto, los quebrados por el horror”.

Argentina posee una rica literatura fantástica, aunque no así películas de ficción pero este filme cubre el vacío en este campo, y es tan inteligente y está tan bien hecho que no necesita de efectos especiales. Además de explorar la ficción, también es una especie de ensayo filosófico y una denuncia social marcada por la historia reciente del país.

Con un sentido estético muy básico y una fotografía oscura, las imágenes permanecen en un segundo plano ante el protagonismo de los diálogos que invitan a pensar y sentir. La música genial de Pedro Aznar, es otro de sus grandes atractivos.

Trama básica:
Uno de los protagonistas es el Dr. Julio Denis (Lorenzo Quinteros) que relata la historia en primera persona, y es un psiquiatra de un manicomio de Buenos Aires, perturbado por su incapacidad de ayudar realmente a sus pacientes. Un día, aparece Ramtés (Hugo Soto), un nuevo paciente que ingresa voluntariamente con el supuesto delirio de ser un extraterrestre enviado a la Tierra a cumplir una misión.

Ramtés está consciente del sufrimiento y el dolor a su alrededor y del egoísmo de los que por comodidad optan por ignorarlos, representados por el doctor. Este, enfrentado a la presión de drogar a Ramtés, se ve a sí mismo como un Poncio Pilatos moderno que no ve otra opción mas que “lavarse las manos”. Todo esto a pesar de ser “un buen tipo que no es feliz y que lo sabe pero no le importa” Quizás precisamente por eso. Hay una deshumanización profunda en la vida del doctor, no cree en su profesión, toca el saxo con desgana, se contenta con proyectar imagenes de momentos felices mientras sus hijos le ruegan la atención que les niega.

El escepticismo y la incredulidad de Julio empiezan a tambalearse ante la humanidad de este alienígena que desafía sus creencias más básicas. Julio se sorprende ante la empatía y carisma de su paciente que mira hacia el Sudeste buscando la verdad, cargándose de energía para servir de Mesías a los demás pacientes y siendo capaz de convencer a una audiencia de un concierto de la Novena Sinfonía de Beethoven a levantarse y bailar. Pero su interés por Ramtés parece desviarse hacia Beatriz o "La Santa" (Inés Vernengo) su única y misteriosa visitante a la que le cuesta fingir... y sin embargo lo hace pero trata de recordar sus cambios de identidades cambiándose los zapatos.

La Santa lanza un líquido azul por la boca cuando un sentimiento verdadero la desborda, pero ni aun asi, puede cumplir con la misión de apóstol y transmitir el mensaje de Ramtés consiguiendo solamente desenmascarar la rabia y el egocentrismo de Julio.


Escena Favorita:
Para muchos admiradores de esta película, su escena cumbre es la del concierto en la que Ramtés espontáneamente logra dirigir una orquesta y hacer que la gente se desinhiba y deje salir su lado mas autentico, mas alegre, mas amoroso. Y es claro, realmente hermosa. Pero para mí, la escena clave y mas importante es cuando Ramtés arremete contra la indiferencia de los supuestos “cuerdos” ante los estímulos mas básicos con respecto al otro, cuando denuncia la arrogancia y la hipocresía de quienes pretenden juzgar al débil, al desadaptado...

Esta escena empieza en un café con la pregunta: ¿Por qué quiere curarme? Y termina en la única expresión explosiva de emoción del personaje cuando finalmente cede ante la rabia. También me recuerda el empeño que a veces tenemos en cambiar al otro, en salvarlo, en curarlo, o en mejorarlo desde una posición de superioridad o de arrogancia es, en realidad hipocresía, porque de esa forma generalmente uno evita verse por dentro y enfrentar lo que cada quien debe cambiar o curar en sí mismo.

Quizás solo el que trata de ser sincero, y reconoce todo lo que podria mejorar en sí mismo, puede entender al otro, compartir y ofrendar sus lecciones aprendidas teniendo la sabiduría de no imponérselas a nadie respetando los procesos y decisiones de los demás..., aunque a veces ese respeto duela mucho.

5 comentarios:

Inos dijo...

La clase de pelis que me llegan, pues... La ví hace AÑOS en el Celarg. La compré hace unos días en un puesto del Ateneo, pero adentro vino "El Lado Oscuro del Corazón", una ligera confusión...

Recuerdo el tremendo homenaje a Cortázar (el "Julio Denis", el saxofón, ciertas referencias).

Trataré de conseguirla y me aseguraré que no me pasen de contrabando otro DVD que ya tengo... ;)

Abrazos.

Gloria dijo...

Inos, ya voy a mandar a los secuaces a comprarmela alla entonces, tengo una vieja copia de VHS que ya no se ve bien. Gracias por lo del aporte de Cortazar, totalmente cierto y hermoso. Abrazos.

el nombre... dijo...

perdon. recien llego, y ya vengo con problemas!!!!
ES QUE ESTA PELI ES MI BIBLIA!!! LA TENGO EN VHS, E INTENTO CONSEGUIRLA EN DVD!!!
un detalle menor el Dr. Psiquiatra es Quinteros, y Rantes es Soto.
Lo unico que tengo para "agregar", ya que coincidimos en la escena favorita, y en los conceptos acerca de la peli, en un TODO.
la vi apenas se estreno en argentina, y te imaginas que ya ni recuerdo el ano!!!
te felicito, y seguire visitanto


un abrazo

Gloria dijo...

El nombre, muchisimas gracias por tu correcion. Se me traspapelaron los nombres, que bueno que me avisaste. COmo ves, compartimos muchas cosas con respecto a esta pelicula, me alegra mucho tu visita. Un abrazo.

Anónimo dijo...

UNA PELÍCULA, QUE NOS HACE REPLANTEAR TODO NUESTRO SER, EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN.
SERGIO UBERTO