sábado, 18 de diciembre de 2010

SIDEWAYS. (2004)


Una película aunque conmueva, la mayoría de las veces guarda su distancia; pocas veces se siente tan cerca, tan auténtica y creíble, tan cotidiana como esta. Quizás sea porque trata de la amistad, del viaje, de disfrutar y comentar juntos la comida y del vino, pero sobre todo de seres humanos adultos relacionándose y tratando de llenar vacíos emocionales propios de la madurez. Lo que amo de esta película es que -además de hacer del vino un personaje principal y vivo- lo relaciona e integra a una historia donde el amor y la amistad resultan ser los mejores espejos y a veces, las mejores medicinas para nuestros males espirituales.



Miles (Paul Giamati) es la antítesis de su amigo Jack (Thomas Haden Church) y es precisamente por eso que las cualidades y defectos de ambos resaltan clara y estruendosamente cuando están juntos. Para celebrar los últimos días de soltero de Jack, ambos emprenden un viaje por los viñedos de California durante el cual, el vino y las mujeres se convertirán en símbolos de como cada uno de ellos ve y experimenta la vida.



Mientras el hedonista Jack engulle todo placer que se le presenta sin ninguna consideración moral o espiritual, el sensible Miles le da una inmensa importancia a cada sorbo, a cada vino que prueba y a cada palabra o gesto de la mujer que le interesa. Jack es practico y juguetón, Miles es intelectual y serio; Jack es egoísta e impulsivo, Miles es consciente y tímido; Jack se conforma con cualquier Merlot, Miles adora lo temperamental y difícil del Pinot Noir. Y sin embargo, ambos han fallado en cumplir sus sueños de escritor y actor, ambos evaden de maneras distintas su emocionalidad, ambos se niegan a enfrentar y decidir sobre sus retos y verdades.

Me encantó la mezcla de Paul Giamatti con el director Alexander Payne. Giamatti es un excelente actor para personajes sinceros y cotidianos y la observación detallista de Payne hace que precisamente este tipo de caracteres se conviertan en maravillosos regalos con muchas capas sorpresas. Esta relación actor- director también tiene buenos resultados con Virginia Madsen y su personaje Maya, que aunque aparece relativamente poco es esencial para la trama. Es ella la que le hace entender a Miles que su vida es como ese Cheval Blanc 61 que lleva guardado demasiado tiempo en su bodega. El vino ya esta en su cumbre y a partir de ahí su sabor empezará a decaer. Es hora de abrir la botella y disfrutarlo. Es hora también de empezar a vivir antes de que sea demasiado tarde.

Me gustan las películas que como estas, usan el humor y el disfraz de la comedia para transmitir un mensaje subyacente mas difícil de digerir: La tristeza, confusión e indefensión de cuatro personajes que ya de mediana edad siguen buscando amor y a si mismos ya sea apegados o evadiendo el drama como Miles y Jack o reinventándose o arriesgándose como Maya y Stephanie (Sandra Oh). La historia nos deja un saborcito a esperanza, a recomienzo sin aspavientos muy parecido a la realidad y sin parecer coincidencia.
Me encantan también las películas intimistas, que se dedican a desarrollar un personaje de adentro hacia afuera con rasgos, gestos, manías, cualidades, defectos e historia emocional que hace que uno los quiera un poquito, como si fueran viejos conocidos, amigos de la familia. Por eso Miles y Maya están definitivamente entre mis personajes preferidos. Y por eso seguiré viendo los trabajos de Alexander Payne.

Escena Favorita:
Miles y Maya están hablando sobre vinos. Él describe su gusto por el Pinot Noir y pareciera que se describe a si mismo a través de una cepa. Luego, Maya le contesta por qué disfruta tanto el vino con una hermosa reflexión sobre la vida que existe en cada botella de vino.

Aquí el guión:

(Maya): "¿Por qué te interesa tanto el Pinot? Es como una obsesión para ti."
(Miles): "No lo sé, no lo sé. Es una uva difícil de cultivar. Tiene la cascara delgada, es temperamental, madura temprano. No es una sobreviviente como la cabernet, que puede crecer en cualquier lado, aun cuando la descuidan. No, la pinot necesita cuidado y atención constantes. Es más, sólo puede crecer en unos rincones muy específicos del mundo. Y solo los agricultores más pacientes y cuidadosos la pueden criar. Solo aquellos que se toman el tiempo para entender el potencial del pinot pueden sonsacarle su expresión más completa. Y además sus sabores son de los más inolvidables y brillantes y emocionantes y sutiles y antiguos del planeta. Los cabernet pueden ser poderosos y exaltadores pero me parecen prosaicos por alguna razón en comparación. ¿Y tú, por qué te interesó el vino?"
(Maya): … "Descubrí que yo tenía un paladar muy fino. Y cuanto más tomaba, más me gustaba en lo que me hacía pensar. Me gusta pensar en la vida del vino. En cómo es una cosa viva. Me gusta pensar en lo que pasó durante el año que crecieron las uvas durante el año que crecieron las uvas, en cómo brillaba el sol, si llovía. Me gusta pensar en toda la gente que atendió y cosechó las uvas y, si es un vino viejo, en cuántas de esas personas ya están muertas. Me gusta cómo el vino continúa evolucionando. Si abro una botella hoy, sabe diferente que si la abriera en cualquier otro día. Porque una botella de vino está viva, y está evolucionando constantemente y adquiriendo complejidad hasta que llega a su mejor punto, como tu 61, y luego empieza su continuo e inevitable deterioro. Y sabe tan condenadamente bien. "

Otras frases del guión:

Miles: No, no la abras. Está caliente. Jack, es una Byron 1992. Es muy rara, la he estado guardando. ¡Por favor, no! Oh, ya se salió la mitad.
Jack: Cállate, ¿sí? Brindo por una excelente semana. Anímate.
**
Jack: -¿No odiabas el Chardonnay?
Miles: -No, no, me gustan todos los de una sola uva. Pero no me gusta como manipulan el chardonnay en California. Demasiado roble y fermentación secundaria. La razón por la que esta región es buena para los pinot es que el aire frio del Pacifico entra de noche y enfría las uvas. La Pinot tiene la cascara muy delgada. No le gusta el calor constante ni la humedad. Es muy delicada.
**
Miles: -Primero examinas el vino a contraluz, viendo el color y la claridad. Te das una idea: si es espeso, delgado, acuoso, almibarado. Ahora, inclinas la copa. Estás viendo la densidad del color conforme fluye hacia el borde. Eso te dice la edad del vino. Importa más con los tintos. Ahora, métele la nariz. Ve que aromas reconoces. Baja tu copa, oxigena el vino, asi lo abres, y desatas los aromas y los sabores. Huélelo de nuevo. Haces lo mismo con cada uno.
Jack: -Wow. ¿Y cuando nos lo tomamos?
Miles: - Ahora. ¿Estás mascando chicle?
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Jack: -No me sabotees, Miles. Si quieres ser un pobre diablo, adelante pero no me sabotees. Y si quieren un merlot, lo pedimos.
Miles: -No, si alguien pide un merlot, me voy. Yo me niego a tomar Merlot.
Jack: -Está bien, relájate Miles! Dios mío, no tomaremos Merlot. ¿Trajiste tu Xanax? Muy bien, no bebas demasiado. No te desmayes ni te vayas al lado oscuro.
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Miles: -No tengo dinero para una colección. Vivo de botella en botella. Pero si tengo cosas que estoy guardando. Creo que la estrella seria un Cheval Blanc 1961.
Maya:- ¿Tienes un Cheval Blanc 61 guardado? Ve por él, apúrate, los 61 están en su punto ahora, ¿no? Quizás ya sea demasiado tarde. ¿Qué esperas?
Miles: -No lo sé. Una ocasión especial con la persona indicada. Se supone que iba a ser para mi decimo aniversario de bodas pero…
Maya: - ¿Sabes? El día que abres un Cheval Blanc 61, esa es la ocasión especial.
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Jack: -Yo sólo que soy un actor, lo único que tengo es mi instinto. Me estás pidiendo que lo rechace. (…) Hay cosas que tengo que hacer que tú no entiendes. Entiendes de literatura, cine, vino pero no entiendes mi predicamento.
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2 comentarios:

eduardo dijo...

Sideway es una película maravillosa. estoy totalmente de acuerdo con los comentarios de la película...
descubrí el blog de rebote. ha sido una gratisima sorpresa.
e

Gloria dijo...

Que bueno que llegaste rebotando, bienvenido desde ya tu regreso. Me alegro que te haya gustado. g.