"La inocencia tiene un poder que la maldad no puede imaginar"...
Narrador: “Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, en el reino subterráneo, donde no existe la mentira ni el dolor, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos. Soñaba con el cielo azul, la brisa suave, y el brillante sol. Un día, burlando toda vigilancia la princesa escapó… Una vez en el exterior, la luz del sol la cegó, y borró de su memoria cualquier indicio del pasado, la princesa olvidó quién era, de donde venía. Su cuerpo sufrió frío, enfermedad y dolor. Y al correr de los años murió. Sin embargo, su padre, el rey, sabía que el alma de la princesa regresaría, quizás en otro cuerpo en otro tiempo y en otro lugar, y él la esperaría hasta su último aliento, hasta que el mundo dejara de girar.
Ofelia: -“He visto un hada”
Madre: -“Pero mira como te has puesto los zapatos”.
Ofelia: -“Hermano, hermano: Hace muchos, muchos años, en un país muy lejano y triste, existía una enorme montaña de piedra negra y áspera. Al caer la tarde, en la cima de esa montaña, florecía todas las noches una rosa que otorgaba la inmortalidad. Sin embargo, nadie se atrevía a acercarse a ella porque sus numerosas espinas estaban envenenadas. Entre los hombres, solo se hablaba del miedo a la muerte y al dolor, pero nunca de la promesa de la inmortalidad. Y todas las tardes, la rosa se marchitaba sin poder otorgar sus dones a persona alguna. Olvidada y perdida en la cima de aquella montaña de piedra fría, sola hasta el fin de los tiempos…”
Ofelia: -“Mi nombre es Ofelia, ¿Quién eres tú?”
Fauno: -“¿Yo? (RISA) ¡Yo! Yo he tenido tantos nombres, nombres viejos que solo pueden pronunciar el viento y los árboles. Yo soy el monte, y el bosque y la tierra. Soy (GESTO) soy un fauno, vuestro mas humilde servidor, alteza… Vos sois la princesa Moanna, hija del rey del Belmorra, el reino subterráneo. No sois hija de hombre. La luna os engendró. En vuestro hombro izquierdo, encontrareis una marca que lo confirma. Por todo el mundo, vuestro verdadero padre hizo abrir portales que permitieran vuestro regreso. Éste, es el último de ellos. Pero debemos asegurarnos de que vuestra esencia no se ha perdido, que no os habéis vuelto una mortal. Habéis de pasar tres pruebas antes de la luna llena. Este es el libro de las Encrucijadas, cuando estéis sola, abridlo. Él os mostrará vuestro futuro, os mostrará que hacer.
Ofelia: -“Aquí no hay nada”.
Ofelia: - “Mercedes, ¿tú crees en las hadas?
Mercedes: -“Ya no, pero cuando era muy niña si. Entonces yo creía en muchas cosas en las que ahora ya no creo.”
Ofelia: -“Pues anoche me visitó un hada.”
Mercedes: -“¡Vaya!”
Ofelia: -“Bueno, no sólo una, había otras y un fauno. … Ese viejo es muy alto, muy viejo y huele a tierra.”
Mercedes: -“Pues mi abuela decía que con los faunos, hay que andarse con cuidado.”
Ofelia: -“Al principio de los tiempos, cuando el bosque era joven, vivían en armonía los animales, los hombres y las criaturas mágicas. Se protegían los unos a los otros, y dormían juntos bajo la sombra de un frondoso árbol,
Que crece en la colina cerca del molino. Ahora, el árbol se muere, sus ramas están secas, su tronco viejo y torcido. Debajo de sus raíces, ha anidado un enorme sapo que no lo deja sanar. Habrás de meter las tres piedras de ámbar mágico en su boca, y recuperar una llave dorada que oculta en su vientre. Solo así, el árbol volverá a florecer.”
Ofelia: -“Hola, soy la princesa Moanna y no te tengo miedo. ¿No te da vergüenza estar aquí abajo, comiéndote los bichitos y engordando mientras el árbol se muere?”
Capitán: -“Yo estoy aquí porque quiero que mi hijo nazca en una España limpia y nueva. Porque esta gente parte de una idea equivocada, que somos todos iguales. Pero hay una gran diferencia: que la guerra terminó y ganamos nosotros. Y si para que nos enteremos todos, hay que matar a esos hijos de puta, pues lo matamos y ya está. Todos estamos aquí por gusto. Por gusto.”
Militar: -“En Marruecos, conocí a su padre brevemente pero causo en mí una gran impresión. Los hombres de la tropa decían que cuando el General Vidal murió en el campo de batalla estrelló su reloj contra el suelo para que constara la hora exacta de su muerte, para que su hijo supiera como muere un valiente.”
Capitán: -“Tonterías, nunca tuvo un reloj.”
Fauno: -Tened paciencia: Pronto pasearemos por los siete patios concéntricos de vuestro palacio.
Ofelia: -¿Cómo sé que lo que dices es verdad?
Fauno: -¿Por qué habría de mentiros un pobre fauno como yo?
Fauno: -“Esta es una mandrágora, una planta que soñaba con ser humana. Colocadla debajo de la cama de tu madre en un cuenco con leche fresca cada mañana. Ahora lleva a cabo la prueba, la luna llena ya está cercana. Dejaos guiar por ella. Iréis a un lugar muy peligroso, tened cuidado, lo que ahí dormita, no es humano. Veréis un lujoso banquete, no comáis ni bebáis nada, absolutamente nada, os va la vida en ello.”
Ofelia: -“Con la tiza trazareis el contorno de una puerta en cualquier parte de vuestra habitación. Una vez abierta la puerta, iniciad el reloj de arena. Dejaos guiar por las hadas. No comáis ni bebáis nada durante vuestra estancia y aseguraos de volver antes de que caiga el ultimo grano de arena.”
Mercedes: -“¿Y si el doctor tiene razón y no podemos ganar?“
Pedro: -“Por lo menos se lo pondremos difícil a ese cabrón.”
Ofelia: -“Hermano, hermano, si me escuchas, las cosas por aquí no están muy bien pero ya pronto tendrás que salir. Has puesto muy mal a mamá. Cuando salgas, quiero pedirte una cosa, solo una: que no le hagas daño a mamá, ya la conocerás, es muy bonita, aunque a veces esté triste muchos días. Pero ya verás cuando sonría te va a gustar mucho. Escucha: Si me obedeces te prometo una cosa: te llevaré a mi reino y serás un príncipe, te lo prometo, un príncipe”.
Fauno: -“Habéis fallado. No podéis regresar… La luna estará llena en tres días. Vuestro espíritu se quedara para siempre entre los hombres. Envejecerás con ellos, morirás con ellos. Vuestra memoria se desvanecerá en el tiempo. Y nosotros desapareceremos con ella. No nos volveréis a ver jamás”.
Madre: -“Ofelia tienes que escuchar a tu padre, tienes que cambiar.”
Ofelia: -“No, quiero irme de aquí. Llévame lejos de aquí, por favor, por favor, vámonos.
Madre: -“Las cosas no son tan simples, te estas haciendo mayor, y pronto entenderás que la vida no es como en tus cuentos de hadas, el mundo es un lugar cruel. Y eso vas a aprenderlo, aunque te duela. Ofelia, la magia no existe. No existe ni para ti, ni para mí, ni para nadie.
Capitán: -“No lo entiendo. ¿Por qué no me obedeció?
Doctor: -“Es que obedecer por obedecer, así, sin pensarlo, eso es sólo para gentes como usted, Capitán”.
Cura: -“Porque Dios en su infinita sabiduría pone en nuestras manos la solución y porque solo en su ausencia física se reafirma el lugar que ocupa en nuestras almas.”
Capitán: -“Ha descubierto usted mi punto débil: la soberbia. Pero estamos aquí para buscar sus puntos débiles.”
Fauno: -“He decidido daros otra oportunidad. ¿Prometéis obedecerme? ¿Haréis todo lo que yo os diga sin cuestionarlo? Es vuestra última oportunidad. Recoged a vuestro hermano y traédmelo al laberinto, su Alteza.
Fauno: “¿Sacrificareis vuestro derecho sagrado por este mocoso al que apenas conocéis? ¿Negareis vuestra cuna por él? ¿Por quien habéis sido humillada e ignorada?“
Ofelia: - “Si, lo sacrifico, lo niego”.
Padre: -“Habéis derramado vuestra sangre antes que la de un inocente. Esa era la ultima prueba, la mas importante“
Fauno:- “Y habéis elegido bien, Alteza.”
Narrador: - “Y se dice que la princesa descendió al Reino de su Padre. Y que ahí reinó con justicia y bondad, por muchos siglos. Y que dejo tras de sí, pequeñas huellas de su paso por el mundo, visibles solo para aquel que sepa donde mirar.”
8 comentarios:
Plas, plas....(aplaudo) Me lo llevo al trabajo para leerlo despacito auqnque allí perdí internet y no podré comentar.
Saludos.
La película nos vende la más cruel historia - intragable diría -: la muerte de una niña en el opresivo ambiente de la España de posguerra. Observa que antes de la voz del narrador se ve un primer plano de Ofelia con la sangre de la nariz entrándole. Un tiempo que regresa hacia atrás en cámara lenta, en esos momentos la melodía espléndida de Navarrete nos envuelve. Nos están preparando para el cuento de la princesa, Azul. La imagen, la música y la voz del narrador nos dicen "retorna a tu inocencia, al tiempo en que la imaginación podía sobre todo".
En el breve y conmovedor cuento una niña asciende de las profundidades. Es el contrapunto a la cámara atrás de la hemorragia nasal. Nos ascienden al mundo de la realidad donde los zapatos se manchan y el hambre se siente pero donde ya estamos preparados para creer en la hadas.
Destacar por último que el guión se advierte una gran influencia de Max Aub, escritor español que emigró a México y que alternaba en su literatura la Guerra Civil Española que tanto le marcó y el recurso a la imaginación. Incluso tiene una trilogía llamada El Laberinto Mágico.
Saludos y perdona el ladrillo.
Os recomiendo En la ciudad sin límites. Es....si pueden véanla.
--
Saludos.
Me gustó tu blog. Volveré a pasar.
No leí la crítica del laberinto porque todavía no la vi.
Te dejo mi blog de cine del otro lado del charco por si querés darte una vuelta:
www.mscine.blogspot.com
Goathemala, no he tenido tiempo para terminar de escribir mi vision de la pelicula, me estoy mudando y ando como loca. Por ahora dejo los fragmentos del guion y algunos datos y posteo tu excelente y bella resenha. "Ciudad sin Limites" ya la vi hace algun tiempo y me gusto mucho. Despues te cuento. Gracias y un abrazo.
Cinefila, bienvenida. Ya te visito, vuelve cuando quieras. Saludos.
En parte muestra un mundo escondido, que no se les presenta a todos, solo reservado para quienes saben donde mirar y para los que pese a tan crudas realidades que se presentan en plena postguerra, sus ojos en lo profundo siguen cubiertos por la estela de la inocencia..
..Os felicito, exelente pelicula, & publicaste justo las mejores partes del guión(: seguiré visitandote, Saludos.-
Gracias Dulce por tan bello comentario. Bienvenida!
Publicar un comentario