
Por otra parte, usar el ingenio, la sagacidad y la mordacidad para ridiculizar a otros me parece una forma desesperada de defensa, de lograr -a costa de alguien más débil o desprevenido- una sensación de control y poder que no se tiene sobre la propia vida. Individuos de ego grande y baja auto estima, intentan proteger secretos traumáticos que descubrirían sus vulnerabilidades mediante la burla y el escarnio de alguien más. Y es aquí cuando el ridículo no es tema de risa sino de drama especialmente cuando quien se burla es el poderoso y rico del pobre y del desamparado. ¿Parece un tema contemporáneo? Lo es y es también el tema principal de esta buena película de época de Patrice Leconte.




Citas del guión de "Ridicule":
-“En este país, los vicios no tienen consecuencias pero el ridículo puede ser mortal”.
Duque de Guines.
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-En 1783, seis años antes de la Revolución Francesa, Luis XVI todavía gobernaba pero el ingenio era el rey.
-En 1783, seis años antes de la Revolución Francesa, Luis XVI todavía gobernaba pero el ingenio era el rey.
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-Leonard: -“Dicen que el Rey puede curar a los enfermos”.
-Gregoire: -“Todos los hombres pueden hacer milagros. ¿No me crees? Te prometo algo. Nos desharemos de este pantano del demonio”.
-Leonard: -¿Vamos a celebrar más misas?
-Gregoire: -No, nada de misas. Construiremos diques y canales, plantaremos arboles y cultivaremos vegetales. Así, esta tierra será hermosa.
-Leonard: -Cuando veas al Rey, pídele que bendiga mi medallón.
-Gregoire: -Te lo prometo, Leonard.
-Gregoire: -“Todos los hombres pueden hacer milagros. ¿No me crees? Te prometo algo. Nos desharemos de este pantano del demonio”.
-Leonard: -¿Vamos a celebrar más misas?
-Gregoire: -No, nada de misas. Construiremos diques y canales, plantaremos arboles y cultivaremos vegetales. Así, esta tierra será hermosa.
-Leonard: -Cuando veas al Rey, pídele que bendiga mi medallón.
-Gregoire: -Te lo prometo, Leonard.
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Abad: -¿Conoce Versalles?
Gregoire: -Nací aquí por azar.
Abad: -Un cortesano de nacimiento.
Gregoire: -No todo el que nace en un establo, se cree caballo.
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Gregoire: -Apelaré a la razón y a la compasión.
Doctor: -¿Realmente no sabe nada de Versalles?
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Gregoire: -¿Cuál es el costo de una vida?
Tesorero: -Es menor que el destino de Francia… excepto para los filósofos.
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Abad: -¿Qué viene a pedir aquí?
Gregoire: -Ayuda para eliminar a los mosquitos de nuestros pantanos. Nuestros campesinos mueren muy jóvenes.
Abad: -Pobre gente. No sólo se están muriendo, además son aburridos.
Gregoire: -Recuerde, señor: No sólo los mosquitos se alimentan de los campesinos, también los aristócratas.
Aristócrata: -Él es más inteligente de lo que parece.
Gregoire: -Esa es la diferencia entre nosotros, señor.
**
Doctor: -Traté de disuadirlo pero ahora lo ayudaré.
Gregoire: -¿Qué lo hizo cambiar de opinión?
Doctor: -La honestidad y el ingenio casi nunca se ven juntos.
**
Barón de Guerét:-¿Acaso la tiranía del ingenio ha desplazado a la genealogía?
**
Gregoire: -Estoy tratando de salvar vidas.
Mathilde: -Estás confundido. En los salones de Versalles no se salvan vidas. Los arboles podridos no dan frutos.
**
Doctor: -Necesitamos a las mujeres. Para ellas, los miedos de un hombre nunca son ridículos.
**
Gregoire: (SPOILER) -"Niños morirán mañana porque ustedes me han ridiculizado hoy. Ustedes admiran el ingenio de Voltaire. Él hubiera llorado en este momento porque era ridículamente compasivo. ¿Quién será la próxima víctima? ¿A quién fustigarán con un ingenio tan afilado que alcanzará a toda su familia? ¿Usted? ¿Usted, quizás? A menos que tengan la oportunidad de fustigar primero a su vecino. Señor, quítese la máscara. Queremos conocer al autor del Marqués de los Antípodas… Regresaré a mis pantanos, señora, donde pertenezco. Construiré mis canales y mis diques. Escarbaré el lodo con mis propias manos si es necesario."
Gregoire: -Nací aquí por azar.
Abad: -Un cortesano de nacimiento.
Gregoire: -No todo el que nace en un establo, se cree caballo.
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Gregoire: -Apelaré a la razón y a la compasión.
Doctor: -¿Realmente no sabe nada de Versalles?
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Gregoire: -¿Cuál es el costo de una vida?
Tesorero: -Es menor que el destino de Francia… excepto para los filósofos.
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Abad: -¿Qué viene a pedir aquí?
Gregoire: -Ayuda para eliminar a los mosquitos de nuestros pantanos. Nuestros campesinos mueren muy jóvenes.
Abad: -Pobre gente. No sólo se están muriendo, además son aburridos.
Gregoire: -Recuerde, señor: No sólo los mosquitos se alimentan de los campesinos, también los aristócratas.
Aristócrata: -Él es más inteligente de lo que parece.
Gregoire: -Esa es la diferencia entre nosotros, señor.
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Doctor: -Traté de disuadirlo pero ahora lo ayudaré.
Gregoire: -¿Qué lo hizo cambiar de opinión?
Doctor: -La honestidad y el ingenio casi nunca se ven juntos.
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Barón de Guerét:-¿Acaso la tiranía del ingenio ha desplazado a la genealogía?
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Gregoire: -Estoy tratando de salvar vidas.
Mathilde: -Estás confundido. En los salones de Versalles no se salvan vidas. Los arboles podridos no dan frutos.
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Doctor: -Necesitamos a las mujeres. Para ellas, los miedos de un hombre nunca son ridículos.
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Gregoire: (SPOILER) -"Niños morirán mañana porque ustedes me han ridiculizado hoy. Ustedes admiran el ingenio de Voltaire. Él hubiera llorado en este momento porque era ridículamente compasivo. ¿Quién será la próxima víctima? ¿A quién fustigarán con un ingenio tan afilado que alcanzará a toda su familia? ¿Usted? ¿Usted, quizás? A menos que tengan la oportunidad de fustigar primero a su vecino. Señor, quítese la máscara. Queremos conocer al autor del Marqués de los Antípodas… Regresaré a mis pantanos, señora, donde pertenezco. Construiré mis canales y mis diques. Escarbaré el lodo con mis propias manos si es necesario."
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(SPOILER)-En 1795, los ciudadanos Gregoire y Mathilde Ponceludon siguieron drenando los pantanos del Dombes. Sus vidas se liberaron de la pestilencia, de los caprichos reales y del hedor salvaje del ridículo aristocrático.
(SPOILER)-En 1795, los ciudadanos Gregoire y Mathilde Ponceludon siguieron drenando los pantanos del Dombes. Sus vidas se liberaron de la pestilencia, de los caprichos reales y del hedor salvaje del ridículo aristocrático.
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